Según indicaba el visionario e inventor estadounidense, Buckminster Fulle «Uno nunca cambia las cosas mediante la lucha contra la realidad existente Para cambiar algo, debemos construir un nuevo modelo que hace que el modelo existente que obsoleto.» En esa búsqueda de la co-creación de nuevos modelos , la participación se ha asumido por parte de instituciones y colectivos como un eje muy importante en su forma de ser y actuar como tales. Sin embargo, siempre planea la de plantear la pregunta sobre el ¿Cómo?
¿Cómo crear procesos que mantengan el respeto por las contribuciones del público/ colaboradores y reconozcan la diversidad de papeles entre público, participantes, expertos, facilitadores, creadores y entidades? ¿Cómo equilibrar sus diversos saberes? Y si a todo esto el añadimos el contexto 2.0 donde la tecnología los facilita con un arsenal de herramientas colaborativas, el escenario es complejo. “Diseñar la participación” es un reto fascinante y cada vez más necesario en diversos sectores.
Este era el reto del taller 2.0 de la interacció a la cocreació en el CCCB, dinamizado y liderado por Ramón Sangüesa e Irene Lapuente de (Co-Creating Cultures) .
Las bases del taller pivotaron en ideas tales como:
- “La web social traía muchas promesas. Han calado con desigual suerte. Han rebelado nuevas oportunidades y nuevas resistencias…”
- “ somos más maduros, sabemos que la participación recorre un amplio espectro de posibilidades, desde un simple feedback hasta el codiseño y la coproducción de contenidos…”
- “De un tiempo a esta parte, con la llegada de las tecnologías dos punto cero, las tecnologías de la colaboración masiva por internet, todas estas preguntas se han vuelto a plantear con urgencia. Muchas veces se han contestado sólo desde la tecnología, reduciendo una rica complejidad de identidades y relaciones sociales productivas a un proceso simple de contribución colaborativa de contenidos, ideas, quizá “feedback”…”
- – El recurso a las capacidades más superficiales de la tecnología crea una trampa de visión. Así sucede que los proyectos participativos se convierten en poco más que una invitación a la contribución puntual …”
Después de asistir uno sale con un gran bagaje cognitivo y sobretodo experimental sobre las dinámicas participativas , y tal como he comentado en post anteriores, las propuestas colaborativas hasta ahora se han centrado más en el uso de las diversas de las diversas herramientas colaborativas que de los patrones de relación y de producción colaborativa. Esto ha hecho proliferar muchos proyectos participativos que se han quedado en las opciones más sencillas y menos inclusivas de las muchas posibilidades y niveles de participación.
Es importante destacar lo tres tipos diversos métodos de participación que según Bob Ketner, responsable del Tech Virtual comentó en su conferencia, se dan en todo proceso participativo:
- Participación casual: Cuyos contribuidores lo hacen de forma esporádica y mediante comentarios y aportes de ideas.
- Participación tutorizada: Contribuidores con intereses, expertos de temas, o miembros de la comunidad que desarrollan una colaboración mas sofisticada mas mantenida en el tiempo.
- Redes de expertos: opinión de redes de expertos, sobre los proyectos y el contenidos reales
El importante aclarar que la participación tutorizada, ideal para los profesionales cuyo motivo principal sea el progreso, las conexiones,la exploración de nuevas vias o el interés intelectual por el tema en el cual participan, implica un nivel de contribución avanzado y mantenido en el tiempo, y que los contribuyentes potencialmente pequeños de forma separada, utilicen las sesiones semanales de revisión on-lin en entornos colaborativos para dinamizar y condensar las ideas. Esto también implica ciertas habilidades y capacidades de los tutores , que son personas que crean las actividades de su comunidad y fomentan crear y participar y sintetizan la adquisición de nuevo contenido y conocimiento.
Son profesionales con nuevas competencias, como mentalidad orientada al diseño (Design Mindset) y gestión de la carga cognitiva: Entendida como la capacidad de discriminar y filtrar la información por orden de importancia, y para entender cómo aprovechar al máximo el funcionamiento cognitivo mediante una variedad de herramientas y técnicas.Los podríamos definir como curadores y diseñadores de dirigir la producción creativa.
Dolors Reig en su post 9 nuevas profesiones para el individuo conectado proponía dos roles profesionales que de buen seguro son necesarios en el rol de participación y cocreación : el Organizador de la inteligencia colectiva, muy parecido al psicocomunicólogo social pero orientada a la obtención de productos de conocimiento útiles para la organización, y el experto en participación, que será maestro en mostrar las posibilidades de formación y , empoderamiento en general y que fomenta explotar las posibilidades de la inteligencia y la creatividad colectivas.
La participación tiene muchos niveles y colores, pero a veces se ha convertido en un “must” y parece que todas las instituciones deban ser participativas en el mismo grado y de la misma manera. En mi opinión no debería ser así. Creo la clave esta en ir reduciendo una rica complejidad de identidades y relaciones sociales productivas a un proceso simple de contribución colaborativa de contenidos, ideas, “feedback” y la generación de diálogo social, y fomentar el desarrollo de metodologías de intervención y sistemáticas de trabajo, que consoliden los cimientos de la actitud participativa y colaborativa.
Gracias por el post! Completamente de acuerdo en este párrafo:
«Después de asistir uno sale con un gran bagaje cognitivo y sobretodo experimental sobre las dinámicas participativas , y tal como he comentado en post anteriores, las propuestas colaborativas hasta ahora se han centrado más en el uso de las diversas de las diversas herramientas colaborativas que de los patrones de relación y de producción colaborativa. Esto ha hecho proliferar muchos proyectos participativos que se han quedado en las opciones más sencillas y menos inclusivas de las muchas posibilidades y niveles de participación.
»
Y un poco menos con esta frase «Creo la clave esta en ir reduciendo una rica complejidad de identidades y relaciones sociales productivas a un proceso simple de contribución colaborativa de contenidos, ideas, “feedback” y la generación de diálogo social, »
Cuanto más complejidad mejor y procuremos que el enfoque del «diálogo social» se quede en diálogo para el diálogo que es lo más habitual. Si tenemos una actitud (mindset, le llamas) de diseño, sabemos que el truco está en el hacer y no tanto en la famosa conversación o los contenidos.
Un abrazo
Ramon & Irene
Interesante post!
Para los que nos dedicamos a la creación de proyectos colaborativos, es un reto DISEÑAR LA PARTICIPACIÓN (me encanta el concepto!)
Creo que el tipo de participación va muy vinculada al entorno y al público objetivo al cuál esté dirigido el proyecto, plataforma o herramienta. Comentas tres métodos de participación:
1. Casual.
2. Tutorizada.
3. Redes de expertos.
No se si estas participaciones están enmarcadas en unas redes de conocimiento concretas. Pienso que un experto en participación debería tener en cuenta más tipos de participación para gestionar bien el tipo de aportaciones que se realizan:
4. Incentivada: Motivada por algún mecanismo de juego, un reto o un premio. Sin ese incentivo seguramente la participación no se hubiese producido.
5. Creativa: después de haber aportado una idea, las aportaciones siguientes tendrían que reflejar que ha habido una reflexión creativa, diferentes de otras participaciones más casuales, esporádicas…
Seguramente en esos lugares donde la participación debería de ser más creativa se tendría que trabajar el fomento de la creatividad mediante algún mecanismo.
Un saludo.
Rafa