La infografía y la visualización de datos están de moda. El big data, la multiplicación exponencial de la información y la necesidad de impactar y crear contenidos visuales , crean el escenario ideal para una fascinación por estas disciplinas. La infografía es el mejor medio para explicar de manera clara, visual y sintética una serie de conceptos, hechos o …
Internet ha supuesto una revolución de como accedemos a la información y en la forma de como nos comunicamos. En sus inicios parecía un buen paradigma social y democrático, pero Tim John Berners-Lee conocido por ser el padre de la Web, y creador del consorcio de la World Wide Web (W3C) considera que la red …
Estamos inmersos de en la era del big data, y cualquier empresa por pequeña que sea, recopila y combina todo tipo de datos con el objetivo no siempre fácil de extraer valor de ellos. Se dice que los datos son el nuevo petróleo, pero como el crudo si no los refinamos no extraeremos esa gasolina …
Todo el mundo habla de las bondades del «big data», entendido como el proceso de recolección de grandes cantidades de datos y su inmediato análisis para encontrar información «oculta». Datos, datos y más datos, pero los mejores datos del mundo no valen nada si nadie puede entenderlos. Existen nuevos roles profesionales como el analista de datos , que se dedica a recopilar y analizar datos principalmente. Pero su rol no acaba ahí puesto que debe entonces presentar su análisis a los usuarios finales que actuarán sobre esos datos. Ahí es donde entra la visualización de datos como disciplina clave.
Palabras «big data» o grandes volúmenes de datos están de moda en el sector empresarial por los beneficios de la toma de decisiones de negocio basadas en los datos. Por otro lado, la conciencia sobre los datos personales cobra cada día más importancia gracias a revelaciones como las que hizo Edward Snowden sobre impacto de los metadatos de nuestra actividad en la red. Finalmente el tercer gran actor de los datos son los llamados datos abiertos, que que de forma inicial activan y distribuyen las instituciones públicas obligadas por la ley de transparencia.
Podríamos asumir que “estamos protegidos” pero sin darnos cuenta somos nosotros los que diseminamos los datos por la red Si pensamos ¿ cuantas redes sociales o aplicaciones hemos instalado haciendo clic en «Estoy de acuerdo» luego perdemos el control ? ¿ Cuantas cuentas de usuario hemos creado dando datos personales y cuantas realmente utilizamos o tenemos activas? No vemos el peligro puesto que pensamos que son un par de datos personales sin importancia, a cambio de una aplicación gratuita. ¿A quién le importa si en una aplicación soy un gran fan de Madona, o en otra soy apasionado del montañismo y en una tercera digo que mi mejor amigo es Juan el contable de mi empresa? Parece inofensivo ¿no? El problema radica en lo que está sucediendo con todas estos conjuntos de datos: que de forma sistemática están siendo recopilados en todos nuestros dispositivos, servicios y cuentas. Y a la vez analizados para descubrir patrones íntimos digitales: como nuestros desplazamientos, relaciones, preferencias, creencias, para después se compartidos, y si… vendidos.
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