Según Forrester Research, el negocio mundial de software para crear y gestionar redes sociales corporativas crecerá un 61% anual hasta facturar aproximadamente 6.400 millones de dólares en 2016. Es decir se afianza la tendencia obvia de que las redes sociales corporativas sean el eje central de la comunicación de la empresa, fomentando la colaboración, cooperación y las sinergias entre empleados.
Esta claro e iniciado el tránsito de la intranet estática a las redes sociales corporativas, que se convertirán en la principal herramienta de comunicación en las empresas en los próximos años. Esto viene marcado por dos razones clave en mi opinión. La primera es que las intranets estáticas disponen de una estructura cerrada y ordenada en base a departamentos, unidades, áreas, carpetas y servicios, muchas veces organizadas con una serie de lógicas TIC. Es un reflejo de un modelo de relación pensado en la producción, donde se basa en la división del trabajo y el control exhaustivo de las operaciones. A estas alturas del siglo XXI queda claro que en un entorno actual de una sociedad de la información y del conocimiento en constante evolución, con interdependencias globales, digitalizado e hiperconectado, las empresas no pueden basarse solo en este tipo de modelos.
La otra razón por la que acabaran imponiéndose claramente en el entorno empresarial es el concepto “cloud” o herramientas en la nube. A parte se más actractivo económicamente que unas estructuras propias TIC, la nube facilita la ubicuidad y accesibilidad en tiempo real de la información de la compañía a empleados y clientes, es decir la necesidad de la sociabilidad en el ámbito profesional. Ejemplos como que Microsoft haya combinado su herramienta colaborativa Sharepoint con la red social Yammer demuestran que este concepto sociabilidad y colaboración laboral se acabará imponiendo.
Pero vayamos un poco mas allá de lo evidente. Recientemente impartí conjuntamente con Laura Rosillo en la sede de Madrid de la Universitat Oberta de Catalunya ,un workshop llamado “Las 3Cs: hacia una cultura de la colaboración en la empresa” donde durante tres días reflexionamos con un grupo de profesionales de los RRHH sobre las ventajas de fomentar la colaboración dentro de las organizaciones para ser más competitivas en la nueva economía. Principalmente exploramos las razones de “La economía de la Colaboración” del porqué y como compartir dentro de la organizaciones. Es evidente que el conocimiento esta en las personas y es estrictamente personal , basado en la información, comprensión de la misma , puesta en práctica, y la acumulación de la experiencia y aprendizaje posterior.
Esto esta muy bien indicado por Maite Darceles en su libro guías para la transformación donde dice: “Lo que puede haber fuera de la persona es información, no conocimiento. Libros en las bibliotecas, todo tipo de informaciones en internet, informes en nuestros archivos, datos estadísticos, publicaciones científicas. Todo esto es información que, a través del conocimiento de las personas, se pone en valor en múltiples formas… La información y los datos pueden ser sistematizados, procedimentados, pero no así el conocimiento. El hecho relevante será su despliegue en la organización, es decir, cómo las personas aprenden y cómo actúan desde su conocimiento, en un continuo movimiento, interacción y recursividad”
Ahí reside el reto, mas allá de la herramienta es un cambio de cultura empresarial , que lleva a una transición de un entorno puramente transaccional y jerárquico hacia espacios de relación de personas, ideas , experiencias, saberes si realmente queremos avanzar hacia la economía del conocimiento, y por ende ser innovadores y coopetitivos.
[…] El lugar de trabajo tradicional se transformará en un entorno de colaboración 2.0. y el liderazgo del futuro se parecerá bastante a la influencia que ejercen algunos usuarios en los […]