Estamos entrando rápidamente en una nueva era en la que la economía, las instituciones y nuestras estructuras de sociedad están cambiando a un ritmo acelerado. Evidentemente también está cambiando el sector educativo, tanto las formas en que el sistema educativo prepara los alumnos y como las razones por las que las personas se implican en el aprendizaje continuado y de por vida. Hay muchos factores que contribuyen a este cambio de época, entre ellos nuevas normas sociales, nuevos enfoques organizacionales y nuevos modelos económicos. Pero encima de todo, lo más relevante que está acelerando este cambio son los avances exponenciales en las TIC.
Durante la próxima década, nuestras vidas llegarán a a estar tan vinculadas con nuestro entorno digital, en el que nos vamos a encontrar cohabitando con los datos creados en el mundo digital. Estos serán como una especie de ruido blanco en el fondo siempre está ahí y sólo perceptible cuando ha desaparecido. Nuestros dispositivos son cada vez más pequeños y eficientes, conectados, y asequibles y además los usamos como extensiones de nuestro cuerpo ya que interactúan con nuestros bio datos. Los datos se capturan en grandes cantidades, creando cada vez imágenes más detalladas de nuestras realidades personales, comportamientos, y patrones.
Esto afecta al aprendizaje ya que estos datos tratados mediante algoritmos pueden aprender sobre nuestra forma de aprendizaje, anticipar nuestras necesidades de cómo, cuándo y por qué aprender. ¿Qué podríamos descubrir si nos permitimos imaginar nuevas posibilidades para el futuro del aprendizaje? Imaginemos un mundo a diez años vista donde el aprendizaje se ha convertido en una especie de moneda que une todos los aspectos de nuestras vidas.
Un proyecto interesante en es la plataforma the Ledge, ( mostrado en el vídeo) es una plataforma digital que dispone de una especie de libro mayor que realiza un seguimiento y dónde se negocian los intercambios de aprendizaje. Ledger no sólo realiza un un seguimiento de lo que sabemos , sino que también monitoriza los proyectos, puestos de trabajo, retos que han contribuido a adquirir ese conocimiento.
Pero podemos imaginar más allá, en un entorno donde los bio datos permitan el seguimiento y análisis de los comportamientos tales como el sueño, el ejercicio, la nutrición, el trabajo y las interacciones sociales, permitieran personalizar un aprendizaje a medida del alumno. Todos estos escenarios y más están dibujados en el informe creado Knowledge Works llamado The Future of Learning: Education in the Era of Partners in Code, pero entre ellos he seleccionado algunos de estos retos, que merecen mi atención. Imaginemos un escenario donde:
Cada alumno disponga de una itinerario de aprendizaje personalizado en función de las oportunidades de aprendizaje que disponga en su entorno diario. Los educadores usen herramientas de análisis visual, que les permitan monitorar los niveles de compromiso de cada estudiante con el fin de ayudarles a sobresalir en sus retos de aprendizaje y evitar el aburrimiento y la frustración Que los programas de preparación de educadores incluyan la formación en el diseño del juego, neurociencia y la gestión de la emoción con el fin de para proporcionar una entornos de aprendizaje personalizados y creativosTan solo son unas preguntas abiertas pero el futuro de la educación promete y está en nuestras manos mejorarlo.
[…] Durante la próxima década, nuestras vidas llegarán a a estar tan vinculadas con nuestro entorno digital, en el que vamos a encontrarnos cohabitando con los […]
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