La infografía y la visualización de datos están de moda. El big data, la multiplicación exponencial de la información y la necesidad de impactar y crear contenidos visuales , crean el escenario ideal para una fascinación por estas disciplinas.
La infografía es el mejor medio para explicar de manera clara, visual y sintética una serie de conceptos, hechos o datos complejos. Pero , ¿ Cómo empezar a hacer mi propia infografía? ¿ Hay algún tipo de índice o plan? Si sigues estos cinco pasos conseguirás crear una buena infografía.
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Descubre la historia
Primero debemos encontrar el estilo narrativo. ¿ Qué historia esconden los datos? Una infografía sin historia es muy aburrida. Por ejemplo, puedes simplificar una idea complicada, explicar un proceso, destacar una tendencia o anomalía en los datos… Deberíamos hacernos este tipo de preguntas antes de comentar.
- ¿Cuál es el objetivo de la infografía?
- ¿Quién es nuestro público objetivo?
- ¿Dónde verán nuestra infografía?
- ¿Les importan más los datos o parte visual?
- ¿Qué tipo de gráficos son los más adecuados para representar los datos?
Debemos recordar que el objetivo de toda infografía es simplificar lo complejo y comunicar con la máxima eficacia.
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Limpia y analiza los datos
Las infografías que disponen de datos sólidos y bien trabajados son más persuasivas y tienen más impacto Así que nuestro paso próximo debería ser limpiar los datos y descubrir los datos clave. Uno de los problemas más comunes en los tablas y conjuntos de datos, es que no están creados de una forma uniforme por lo que deberemos limpiar pdf, hojas de cálculo, datos de formularios … para que estos cobren vida.
Los datos en crudo pueden muy complejos de consumir, por lo cual deberemos limpiarlos. Afortunadamente hoy en día hay muchas herramientas online gratuitas que nos permiten limpiar y organizar los datos. Una vez limpios podremos empezar a visualizarlos. Además sino queremos ampliar o complementar nuestros datos siempre podemos mirar las fuentes de datos abiertos y gratuitas.
A la hora de analizar los datos debemos tener en cuenta que queremos hacer con ellos y las relaciones entre los mismos, es decir si queremos comparar, extraer partes dentro un todo, conectar o correlacionar los datos, o distribuir en el tiempo. En función de ello deberemos elegir un tipo de gráfica u otra.
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Redacta un buen titular
Encontrar un buen titular es crucial para el éxito de una buena infografía. Si redactamos un titular muy genérico no lograremos que capte la atención de nuestro lector, aunque el contenido de nuestra infografía sea excelente. De hecho estudios realizados por el MIT del proceso de exploración visual de una infografía determinan claramente que son clave para retener a la lectores, ya que les anticipas de una forma clara lo que van a ver así como al mismo tiempo activas su curiosidad.
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Selecciona la tipología narrativa
Ahora ya que conoces la historia que explican los datos, es el momento de elegir el tipo de infografía. Hay infinidad de tipologías narrativas. Si miras en Pinterest podrás hacerte una idea de las mismas.
Las más comunes serían:
- Data centric: Tal como indica el nombre está centrada en los datos con gran variedad de gráficas e información numérica.
- Timeline: También llamada Línea temporal. Sirve para mostrar información cronológica de un periodo de tiempo determinado en forma de línea horizontal o vertical.
- Proceso: explica paso a paso el proceso de de algún objeto, elemento o servicio.
- Geográfica: Esta tipa dispone de mapas y datos con información gráfica.
- Comparativa: este tipo compara y contrasta información entre dos elementos.
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Cuida los detalles de diseño
Si hemos seguido los pasos anteriores tenemos la mitad del camino realizado, pero la parte estética y de diseño tiene también mucha importancia para el éxito de la infografía, pues ayuda mucho a percibir los detalles y explorar la infografía de una forma más armónica. Debemos cuidar detalles como el color y la piscología de la percepción. El color transmite emociones y atrae la atención de las personas. Existen varias herramientas online como Adobe’s Color Wheel, ColourLovers, o Colormind para armonizar el color de una infografía. También es muy importante tener en cuenta las fuentes de letra y su tamaño para enfatizar y agrupar de una forma armónica la información . Podemos ayudarnos con herramientas como Google Fonts, CSS Font Stack, and Wordmark.
Una vez implementados estos pasos, ya tendríamos una primera version de nuestra infografía, pero no la deberíamos dar por acabada. Debemos mantener el espacio de la infografía de forma limpia , es decir eliminar todo “ruido” visual y elementos ornamentales que no aporten valor. Una buena forma es enseñarla a un público objetivo limitado pidiendo su opinión e ir editándola de forma iterativa mejorando detalles. No debemos olvidar la máxima de que nuestra tarea es facilitar la comprensión de los datos y la información.
Me gustó mucho su artículo.
Buena información.
Gracias.
Sempre interessant la teva lectura.
No deixa de ser complicat captar l’interès del lector en segons quina informació. Merci per compartir 😉